La temporada de impuestos no tiene por qué ser un dolor de cabeza si se aborda con anticipación.
El primer paso es tener tu contabilidad al día: ingresos, gastos, depreciaciones y pagos estimados deben estar correctamente registrados. También es importante identificar si tu negocio tiene cambios que afecten su declaración, como fusiones, nuevas inversiones o contrataciones en otros estados. Otro consejo clave es revisar las provisiones fiscales bajo ASU 740 si eres una empresa con estados financieros auditados, para evitar ajustes inesperados. Además, nunca está de más explorar oportunidades de ahorro como deducciones o créditos fiscales. Desde Altum Partners recomendamos agendar una revisión fiscal en el último trimestre del año para prever cualquier contingencia. Con planificación y asesoría adecuada, enfrentar la temporada fiscal se convierte en una simple formalidad.